
En la región de Languedoc-Rosellón, entre los pueblos de Saint Cyprien y Canet, a pocos metros d una playa kilométrica, se encuentra este precioso lago rodeado de casitas de pescadores hechas de paja. A la Maya no se le ocurre otra cosa que revolcarse en el oloroso fango... ;P





Q bonitas fotos Carla, y q buen rollo transmite todo. Un besazo
ResponderEliminarSiii.. Esto es precioso.. Mil Bsots
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